Desde que en primavera de 2013 consideré tomarme un descanso, las reflexiones sobre el diseño de mi cartera dieron lugar a un portafolio sensiblemente distinto al que venía publicando. El aluvión de enseñanzas aprehendidas de tantos y tantos héroes de la divulgación financiera me hacían dudar sobre si hacer más caso a unos que a otros, y tuve que parar, recopilar y decidir con frialdad.
En el enésimo repaso a Los Cuatro Pilares de la Inversión, Bernstein me terminó de ayudar a diseñar mi portafolio final, que por supuesto cuenta con la influencia de otros como Bogle (sobretodo), Ferri y otros bogleheads, Browne,… y así nació hace unos meses mi Cartera EuroBogle que paso a describir.
La cartera está formada por tres partes bien diferenciadas:
1. Dinero. Es lo que siempre hemos llamado colchón de seguridad, y no es más que liquidez para cubrir imprevistos de importancia. Su tamaño debe ir, según las circunstancias de cada persona o familia, entre los 3 y 12 meses de gastos fijos. Una vez se completa este colchón, se deja de aportar.
2. Bullion. Es la parte de la cartera dedicada a los metales físicos, depositados en un lugar seguro y lejos, muy lejos, en una galaxia muy lejana. Cubren el patrimonio contra inflaciones acusadas, problemas de la moneda local, problemas también de las monedas fiat en general, impuestos desorbitados, expolios gubernamentales, expropiaciones patrimoniales,… Es un ahorro/seguro que tendrá un tamaño máximo del 10% del total de la cartera.
3. Cartera EuroBogle. Esta es la cartera de inversión, destinada a cumplir con el objetivo de crecimiento a largo plazo y que acumulará la mayor parte del capital. Hasta ahora, y como habrás podido leer hasta hoy si has ingresado en la página de mi cartera, tenía un diseño global y con un ajuste muy fino a la edad. Sin embargo, la cartera presente, se ajusta a mi edad y perfil de riesgo, pero es aun más lazy. La segunda característica principal del cambio está en la composición de la renta variable, sobreponderada a las acciones nacionales (zona euro), tal y como recomiendan aquellos en los que deposito mi confianza. Sin más dilación, paso a presentar las carteras modelo suponiendo al lector siempre por encima o cerca de los 30 años:
– Cartera EuroBogle 25. Esta cartera es la que yo espero usar hasta dentro de mucho tiempo, y sería la composición para inversores de hasta 50 años y con escasa aversión a la volatilidad.
25% Bonos Euro
25% Acciones Euro
25% Acciones Small Caps Euro
25% Acciones Global
– Cartera EuroBogle 40. Este diseño se adaptaría algo más a inversores con edad cercana o superior a 50 años, o menores de 50 con una aversión al riesgo superior.
40% Bonos Euro
20% Acciones Euro
20% Acciones Small Caps Euro
20% Acciones Global
– Cartera EuroBogle 55. Esta cartera, y siempre en mi opinión, serviría a inversores con edad cercana a la jubilación o prejubilación, que vayan a comenzar a disponer de sus rentas, o mayores de 50 con una aversión al riesgo superior.
55% Bonos Euro
15% Acciones Euro
15% Acciones Small Caps Euro
15% Acciones Global
– Cartera EuroBogle 70. Esta es la cartera miedica. Si la volatilidad produce dolores de estómago, esta cartera servirá de antiácido.
70% Bonos Euro
10% Acciones Euro
10% Acciones Small Caps Euro
10% Acciones Global
Ya ves, más para vagos que nunca. Una cartera sencilla y muy fácil de implementar. Un «lazy portfolio» adaptado a la zona euro y con distintos niveles de volatilidad dependiendo de la edad y la valentía ante las bajadas del mercado de acciones. Las tres clases distintas de renta variable están lo suficientemente descorrelacionadas como para aprovechar el efecto rebalance, y cuentan con una rentabilidad esperada superior al 10%, cosa como siempre que estaría por ver en el futuro. En el caso de los bonos, me decanto por el mercado total y medio, pudiéndose optar por los bonos de corto plazo conforme se vaya acercando la edad de jubilación para evitar su mediana volatilidad.
En las próximas entradas veremos qué activos podemos elegir para cada una de las clases y otros aspectos como el rebalance o las nuevas aportaciones a la cartera.