No hay más que pasar un rato en cualquier foro de finanzas para comprobar la cantidad de pequeños inversores que temen perder sus ahorros por la salida de España del euro, corralitos y otras catástrofes financieras. Lo que llamo «bola de caca« cada vez va recogiendo más mierda y ya huele a país lleno de miedicas.
Muchos españoles temen que se repita lo ocurrido en Islandia en 2008. La bolsa islandesa cayó casi un 90%, y hasta los inversores más conservadores, con carteras de un 75% en bonos y un 25% en acciones, perdieron más de la mitad de su patrimonio. El mercado monetario subió un 8% y el de letras del tesoro islandés un 12%. El problema es que la inflación fue de más de un 18%.
Aquí tienes el escalofriante gráfico de la bolsa islandesa de la pasada década:
Veamos los resultados para 2008 de los activos que forman parte de la Cartera Permanente puramente islandesa:
– Acciones: -88% (ICEXI Index)
– Bonos Largo Plazo: 0% (Treasue Long Term Bonds Iceland)
– Cash o Letras: +12% (T-Bills Central Bank Iceland)
– Oro: +259% (Exchange Rate Central Bank Iceland)
Resultado Cartera Permanente: +46%
Mientras todo vaya bien en un país capitalista, una selección de acciones y bonos nacionales te protegerá a largo plazo de la inflación y periodos bajistas. Pero los islandeses pudieron comprobar que esa misma cartera no te tendrá a salvo si el sistema falla y la economía nacional se hunde por completo. La Cartera Permanente, y gracias en concreto al oro, no sólo les hubiera protegido de la bancarrota, sino que les hubiera aportado un rendimiento anual del 46%. Mientras todo el pais se hunde, tú pegas el pelotazo. Menudo panorama.
Harry Browne defiende que, si quieres estar protegido de crisis monetarias muy graves, el oro debe formar parte de tu cartera. Habrá años en los que el oro frene la subida de tus acciones, pero a la larga, saldrás ganando en seguridad. La diferencia de rentabilidad esperada entre una cartera de acciones y una Cartera Permanente es el seguro que tienes que pagar por dormir mejor.
*Los datos están tomados de Marc de Mesel, seguidor belga de la cartera permanente, y estudioso de su comportamiento para las distintas monedas y zonas geográficas del mundo.