El Monje que Vendió su Ferrari: Encender el Fuego Interior

«Confía en ti mismo. Crea el tipo de vida que te gustaría vivir a lo largo de tu vida. Aprovecha el máximo de ti mismo atizando las diminutas chispas interiores de posibilidad para que sean llamas de realización.»

Foster C. McClellan

Recordarás que en el cuento del luchador, en medio del jardín se elevaba un imponente faro. Este símbolo representa la orientación y el refugio cuando las cosas vienen mal dadas.

«El propósito de la vida es una vida con propósito.»

Debes saber lo que quieres obtener de la vida, emocional, material, física y espiritualmente. La definición de tus prioridades hará las veces de faro de tu propia vida. Nadie puede dar un pequeño cambio a su vida si primero no define aquello que busca. El secreto del éxito está en la constancia de los propósitos. La felicidad que estás buscando vendrá a través de la reflexión sobre los objetivos que te hayas marcado y de las medidas que tomes a diario para conseguirlo. Los sabios de Sivana tenían un método de cinco pasos para conseguir esto:

1. Formarse una clara imagen mental del resultado. Si se trata de conseguir perder peso, debes levantarte cada mañana con la imagen de un tú delgado, lleno de vitalidad y energía. Cuanto más clara sea la imagen mental, más efectivo será el proceso.

2. Someterse a uno mismo a presiones positivas. Un poco de presión a veces no tiene porqué ser malo. Si te encuentras entre la espada y la pared lucharás por salir de esa situación como sea. Un compromiso público, por ejemplo, te someterá a una pequeña presión que te podría ayudar a conseguir tu objetivo. En el ejemplo anterior de adelgazar, si comentas tu reto a los demás, te verás un poco más obligado a conseguirlo.

3. Pon un plazo temporal a tu objetivo. Nunca te marques una meta sin fijar un plazo. Escribe tus objetivos y sus plazos en un cuaderno y vuelve a él cada noche para repasarlo y llenarte de energía inspiradora.

4. La regla mágica del 21. Si realizas cualquier cosa durante 21 días seguidos, ese acto se convierte en hábito. Una vez adquirido, será muy difícil de borrar. Recuerda la técnica de la rosa, si lo practicas durante 1 días, tu poder de concentración no tendrá obstáculos.

5. Disfrutar del proceso. Un día sin risa y sin amor es un día si vida. Asegúrate de pasarlo bien mientras avanzas por el camino hacia tus objetivos. Disfruta de todo cuanto hagas y disfrutarás de la vida como nadie.

Nunca olvides la importancia de vivir con júbilo desbordante. Nunca descuides la exquisita belleza de todas las cosas vivas. Hoy, y el momento que compartimos, es sagrado. Céntrate en tu propósito. El universo se encargará de todo lo demás.

Cita de la Página 108