La suerte, el infortunio y la inversión

Suerte¿Qué es la suerte? ¿La provocamos con nuestros hábitos? Si así fuera, ¿a qué puede deberse? ¿Qué parte de culpa tiene una persona de su suerte o de su mala suerte? Y un inversor, ¿se podría decir que ha tenido mala suerte en una operación equivocada? ¿Y suerte en un acierto? ¿Y suerte o mala suerte a largo plazo?

Hoy no quiero exponer, de primeras, mi opinión sobre el tema de esta entrada. Me gustaría mucho que me dieses tu opinión acerca de la suerte en el mundo de la inversión, y cómo los inversores deben afrontar su estrategia inversora teniendo en cuenta los conceptos de suerte e infortunio. Creo que pueden ser reflexiones que nos ayuden a madurar nuestra mentalidad como inversores pasivos de largo plazo.

Para ayudarnos a la reflexión, tenemos hoy la colaboración de Montse Guernica, Trabajadora Social del Hospital Infanta Elena de Valdemoro, y que cuenta, entre otros títulos, con ser la madre de mis hijos. 🙂

En el Máster de Trabajo Social Sanitario que cursa, expuso y compartió conmigo esta breve reflexión en un debate sobre Medicina Hipocrática, y que ahora comparte también con nosotros para servirnos de inicio:

Etimológicamente, un infortunio es una fortuna adversa, una desgracia. Es un hecho sobrevenido, que no se puede prever. Los pacientes y profesionales hablan de la aparición de una enfermedad como un infortunio, y lo perciben como falta de suerte, o aparición de mala suerte por no ser algo que pueda prevenirse, evitarse.

A pesar de esta percepción, considero que no se puede hablar de pérdida de la fortuna, entendida como algo que no puede recuperarse. Vemos que un infortunio, por ejemplo un accidente o enfermedad, suscita sentimientos de ayuda o atención por parte del otro, así pues el medico se obliga a dar una respuesta reparadora.

El hecho de tener un infortunio (mala suerte) no implica la perdida de la suerte, de la fortuna.

Por favor, permíteme no plantear mi opinión de inicio. Prefiero leer vuestras opiniones y que generemos un debate interesante.

Como inversores, ¿podemos evitar los infortunios? ¿Qué sería considerado tener suerte para un inversor pasivo? ¿Se podría considerar la exposición a la suerte o a los infortunios una diferencia entre la gestión pasiva y la activa? ¿Qué haces tú para no depender de la suerte?

Espero tu aportación con gran interés. Como siempre, un abrazo grande.

Comments

  1. Paco dice:

    Primero de todo: cuanto me alegro de volver a saber de ti y sobretodo, de que tu pequeña esté ya bien.

    Pues difícil. ¿Cómo se prepara uno ante un infortunio?. Planteando todos los escenarios, viendo cómo afectan a tu vida e intentando poner medidas que mitiguen ese problema. Y si no hay medidas, asumiendo el problema, en la medida que se pueda asumir.

    Creo mucho en la preparación, pero es difícil defenderla con mucha seguridad.

    Porque es aquello de Lennon que decía que la vida es eso que pasa mientras haces planes o mejor aún, aquello de Machado que reza «por qué llamar caminos a los surcos del azar».

    Yo creo que los infortunios no se pueden evitar ni realmente controlarlos.

    Quizá lo único que podemos hacer es minimizar el riesgo todo lo que podamos y estar listos siempre para lo peor (a riesgo de que te llamen aguafiestas).

    Porque para lo mejor, siempre estamos prearados y dispuestos a pensar que es gracias a nuestra gestión. Nos encanta pensar que somos los creadores de las cosas que nos salen bien.

    Y hay tanta fortuna detrás de ello, que no ha dependido de nosotros.

    En resumen, tener suerte sería, desde la perspectiva de lo que realmente uno puede hacer, estar preparado o al menos aceptar lo que va a ocurrir para cuando llegue el infortunio.

    Y eso, realmente es bastante difícil.

    • Antonio R. Rico dice:

      Hola Paco, muchas gracias por comentar.

      Prepararse para minimizar el riesgo cuanto esté en nuestra mano. Quizás sea esa la idea principal que podríamos sacar de tu comentario. Crear el camino para que las cosas nos salgan bien. Fácil de entender, aunque como dices, nada fácil de implementar si no tienes claros los conceptos de la inversión.

  2. Toni BC dice:

    Buenas Antonio
    Me quedé huérfano a los 8 años, hace 10 mi madre sufre trastorno bipolar.
    Para mi la suerte se busca. Intento funcionar por rutinas, y que estas tarde o temprano me lleven o me acerquen a mi objetivo.
    La suerte como tal no creo en ella. Creo que con constancia se consiguen las cosas.
    El mundo de las inversiones es una aspecto de la vida que trato de las misma manera que los otros. HÁBITOS.
    Creo que los hábitos y la constancia me van a llegar a lograr mi éxito como inversor. Tengo asumido la llegada de los malos momentos. Lo tengo por escrito, para que llegado el momento, seguir mi camino.
    Los infortunios son como piedras en el camino, tienes dos opciones cogerlas y golpearte constantemente o lanzarlas lejos de ti y seguir avanzando. Al final siempre hay luz al final del camino.
    Un saludo.

    • Antonio R. Rico dice:

      Buenas Toni, muchas gracias por comentar, y siento mucho lo que comentas de inicio.

      Otra clave que podemos sacar claramente de este comentario, los HÁBITOS. La planificación de esos buenos hábitos, en tu caso por escrito, nos ayuda infinitamente a seguir fuertes en el camino.

      Un saludo.

  3. Jose Luis Guillamón dice:

    Primero de todo, gracias por el artículo y el comentario.
    Un link al hilo que creo que no tiene desperdicio: http://www.proverbia.net/buscarfrases.asp?Texto=suerte&Submit=Buscar
    Como inversor pasivo tener suerte o mala suerte sería que mis inversiones experimentaran una gran variación, Cisne Negro.
    Como inversor activo pienso que no se le puede llamar suerte o mala suerte, sino disponer de talento, habilidad, voluntad, constancia, inteligencia, preparación…
    Las fuerzas externas que no dependen de nuestra labor, también pueden influenciarnos en nuestros resultados, pero pienso que debemos evitarlas o preveerlas, pensar que pueden ocurrir antes de que suceda.
    ¿Pensáis que la diferencia entre ser activo o pasivo puede estar relacionada con la volatilidad/tiempo?
    Gracias y saludos.
    Lluis

    • Antonio R. Rico dice:

      Hola Jose Luís, muchas gracias por comentar.

      Ojo que al inversor activo también le puede afectar un cisne negro, tanto si siempre está invertido, como si le pilla el supuesto cisne mientras lo está. Un colchón de seguridad y un porcentaje de la inversión en activos «menos» financieros podrán mitigar los efectos del cisne negro.

      A tu pregunta, aunque en casos concretos sí que podría ser una diferencia, no creo que sea lo que los difiere en esencia. Un inversor activo puede elegir una forma de inversión largoplacista y low-volatility.

      Gracias a ti. Un saludo.

  4. javi dice:

    yo creo que la suerte si existe pero hay que buscarla, y a veces por desgracia la mala suerte aparece sin buscarla.

    • Antonio R. Rico dice:

      Hola Javi. Gracias por comentar.

      Bueno, en este caso no sé si llamarlo suerte. Se le suele llamar así por el dicho, pero más bien es el éxito o que te salgan bien las cosas, mal entendido por suerte. Y por otro lado, yo sí que pienso que la mala suerte puede aparecer sin buscarla, pero la diferencia es el daño que nos puede causar habiendo estado o no preparados para su posible aparición.

  5. Primero y antes que nada, gracias por andar de nuevo por aquí y enhorabuena por la recuperación de la salud de la niña. Lo primero es lo primero.
    Segundo, una frase que leí hace tiempo y de cuyo autor ya me he olvidado :
    » No sé porqué será, pero cuanto más trabajo más suerte tengo»
    Pues eso.

    • Antonio R. Rico dice:

      Hola Jose Antonio, muchas gracias.

      Sí, es una de las frases más extendidas referidas al tema, haciendo alusión a que las cosas te salen bien cuando las trabajas. La cuestión es si lo podemos llamar realmente suerte.

      • Alejandro dice:

        Buenas!

        Esa frase es de Gary Player, un célebre jugador de golf sudafricano de la década de los 60 y 70.

        En muchas ocasiones, confundimos el azar con la suerte. Para mí, la suerte tiene un componente importante de conocimiento y la preparación. Cuando te llega una oportunidad y estas preparado para sacarle provecho, no es suerte. No niego que en la aparición de esa oportunidad haya un componente de azar. Sin embargo, recae en nosotros la responsabilidad de aprovecharla o de mitigar sus efectos negativos (en el caso de una desgracia).

        Un saludo!

        • Antonio R. Rico dice:

          Hola Alejandro, gracias por comentar.

          Me sonaba que era de un deportista. Además, has dado con otro concepto que me parece importantísimo, la RESPONSABILIDAD.

          Si tu chicharro que has comprado porque subía su RSI se ha ido a freir puñetas, es RESPONSABILIDAD TUYA.
          Si el chicharro que has comprado por su ratio P/E se ha ido a freir puñetas, es RESPONSABILIDAD TUYA.
          Si el sector en el que confiabas especulando con su mejor aspecto futuro se ha ido a freir puñetas, es RESPONSABILIDAD TUYA.

          Pero qué difícil es leer a un inversor/gestor ASUMIR SU RESPONSABILIDAD.

  6. Daniel Baños dice:

    Hola,
    En mi opinión, creo que toda inversión está sujeta al producto de dos variables: de la preparación que tengas y de las circunstancias externas. Una depende completamente de nosotros y la otra está fuera de nuestro alcance (depende de la suerte). Yo como inversor busco mitigar al máximo el factor «circunstancias externas». La preparación y puesta en marcha de un plan es lo único que tengo para evitar convertirme en un tronco a la deriva, en un temerario.

    Creo que sólo podría juzgar la suerte de mi inversión en el momento de recoger los frutos sembrados. Si la cosecha es más abundante de lo esperado creo que entonces sí hablaría de suerte (o mala suerte en caso de ser menos). El inversor pasivo, en oposición al activo, parece que consigue mitigar mejor el efecto que puedan tener las “circunstancias externas”. Un saludo!

    • Antonio R. Rico dice:

      Hola Daniel, muchas gracias por comentar.

      Coincido contigo plenamente. El inversor pasivo lo mitiga fácilmente haciendo… nada. Cuanto menos atención a las circunstancias externas, menos influencia de la aleatoriedad del mercado en nuestra estrategia de cartera. Las dudas que provienen de la influencia del lado oscuro pueden dar al traste con nuestro buen hacer previamente planificado.

      Un saludo.

  7. Antonio R. Rico dice:

    Comparto un comentario de Rodrigo enviado a mi correo para que se haga eco aquí también de su visión:

    Hola.

    1) Hace muchos años que soy inversor pasivo, porque mis inversiones están en manos de otro (fondos) y yo no hago nada. Mi única actividad es elegir el gestor.
    2) como en mi caso otro gestiona mis inversiones, mi suerte depende de que el gestor acierte continuamente en el tiempo y yo haya acertado al elegir dicho gestor.
    3) para no depender de la suerte, un día decidí «despedirme a mi mismo» como inversor y no ser yo el que gestionara mi patrimonio. (Debido a las pérdidas continuadas con mis decisiones). Un gestor acierta infinitamente más.

    No es una contestación al uso, pero es la mía. Saludos cordiales.

  8. Antonio R. Rico dice:

    Carlos me envía otro comentario a través del correo que también comparto:

    «En gestión pasiva la mala suerte es entrar en un mal momento con mucho dinero y no tener tiempo para recuperarte. Fuera de eso no veo que haya mala suerte».

    Yo matizo un pelín Carlos, en el sentido que pienso que, si metes todo de una vez y no te da tiempo a recuperar, la mala suerte vendría no del hecho de invertir de golpe, sino de tener un traspiés vital que te obligue a vender tu inversión en un mal momento.

  9. Angel dice:

    Hola Antonio,
    Al respecto, recomiendo el libro ‘La buena suerte’ deTrias de Bes & Alex Rovira.
    Básicamente hablan de que hay dos tipos de suerte, la ‘suerte’ a secas, ligada al azar (como que toque la loteria o un rayo te caiga encima -mala suerte en este caso-) y la ‘Buena suerte’ que es la que uno obtiene cuando crea las condiciones y circumstancias necesarias para conseguirla y ésta no depende del azar.
    El buen inversor pasivo tiene un plan encaminado a crear las condiciones necesarias para obtener ‘Buena Suerte’ mientras que el trader se fia mas de su ‘suerte’.

    Saludos

    • Antonio R. Rico dice:

      Fantástico libro y fantástica fábula. Es uno de los libros que leí en la serie 52 libros para 52 semanas de hace unos años.
      Muchas gracias por el aporte. Fuerte abrazo!

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