Cómo crear ingresos pasivos con acciones de dividendos crecientes

Antes de continuar esta pequeña aventura de crear una cartera paralela a mi portafolio de gestión pasiva, me gustaría que quedaran ciertos conceptos claros que creo que no he sabido hacerte llegar. Para que dichos conceptos queden transparentes como el agua de una playa de Mallorca, antes de ofrecerlos como conclusión, voy a exponer las claves de esta cartera para la selección de acciones de crecimiento de dividendos.
 
Seis claves para crear un ingreso pasivo vía dividendos que tienda a ser seguro, permanente y creciente:
 
1. No selecciones las acciones con mayor dividendo actual.
 
Rentabilidad actual y riesgo van de la mano, sobre todo cuando se trata de activos individuales. Un bono high yield es un bono arriesgado, así como una acción high yield es una acción con más riesgo que si repartiera su retribución de manera más contenida. Si una empresa reparte un dividendo de dos o tres veces la media del mercado, o incluso de su sector, ojo, tiene más posibilidades de cortar o recortar su dividendo que las demás.
 
2. No selecciones acciones con un historial de reparto del dividendo mediocre.
 
Esta cartera seleccionará acciones con un historial impecable de crecimiento de dividendo año a año. Es como si su hoja de servicio fuese inmejorable. Si una empresa ha aumentado su dividendo durante 30 años soportando tres o cuatro crisis con gallardía, es una acción adecuada y de la que uno se puede fiar para añadirla a una cartera de rentas. Si por contra, un valor reparte un alto dividendo pero su historial de es recortes y mala gestión de los pagos a sus accionistas, esa acción no debería formar parte de una cartera dividend growth.
 
3. No selecciones acciones con deuda poco soportable.
 
Es cierto que la deuda de una empresa puede bajar y sanearse, pero eso no lo sabemos. Para curarse en salud y seleccionar valores que soporten en el futuro los pagos que llenarán tu bolsillo, se deberá vigilar que su deuda no sea demasiado elevada con respecto a la capitalización de la acción. De nuevo, lo importante es el crecimiento de nuestro ingreso pasivo como estrategia, y no la incierta revalorización extra del valor.
 
4. Diversificación, diversificación y diversificación.
 
A mí me parece muy bien que el señor Buffett comente que es mejor tener una cartera concentrada, pero es que luego recomienda a todos que compren un índice y se dediquen a otra cosa mariposa. Ciertamente, yo también. Además, ni tengo cincuenta mil millones de dólares, ni me hacen la pelota si entro por las puertas de la sede central de Coca Cola, y tengo economía de clase media. Para el pequeño inversor de clase trabajadora, mejor aspirar a rendimientos parecidos al mercado que especular con ser el más listo de la clase y pegártela bien pegada.
 
5. Pondera por capitalización.
 
Tener como cabezas de fila a las acciones pequeñas puede ser sostenible si no tienes aversión al riesgo de la volatilidad y lo haces mediante ETFs. Seleccionar pequeñas acciones individuales como la bandera de tu cartera puede ser más peligroso de lo que parece. Las blue chips que hacen crecer su dividendo durante décadas tienen una rentabilidad esperada excelente, pero con un riesgo de ruina sensiblemente menor. Pon a tus batallones más fuertes al frente de tu ejército y estarás más protegido.
 
6. Utiliza el análisis de valor como filtro, no como clave principal de inversión.
 
Este punto es muy importante aunque parezca secundario. El mundo es incierto, y las finanzas también. Pensar que por unos números publicados por la propia empresa vamos a ser los reyes del mambo seleccionando acciones es una práctica impotente. La selección de acciones no funciona para batir al mercado a largo plazo. Repito, la selección de acciones no funciona para batir al mercado a largo plazo. Una cartera de 30 valores de S&P100 escogidos aleatoriamente tiene mayor rentabilidad esperada que un fondo de gestión activa de bolsa USA. Los gestores, estadísticamente, no aportan valor en el stock picking.
 
Conclusión final.
 
Esta cartera no la he montado para hacerme el listo. Ya hay mucho entretenimiento de ese tipo por la red y no hace falta que otro cantamañanas venido a más con retórica de tertuliano venga a restar. Yo no tengo ni idea de qué valores serán los mejores en los próximos años. Y entonces, ¿por qué esta cartera?
 
Una cartera de crecimiento de dividendo es una forma de diversificar los activos que forman parte de mi patrimonio. una cartera de acciones de crecimiento de dividendos tiene, para mí, estas ventajas:
 
– No tiene comisión de gestión.
– No depende de la salud financiera de una gestora.
– No depende de la transparencia y honestidad de una gestora.
– No tiene gastos ocultos como activo financiero.
– Elimina uno o varios agentes de intermediación entre tú y tu activo.
– El historial de dividendos es una presentación clara de seriedad empresarial.
– El dividendo creciente tiene connotaciones psicológicas positivas.
– Los ingresos pasivos son un arma poderosa de visualizar la libertad financiera.
– Permite seleccionar buenas empresas globales pertenecientes a sectores devaluados.
– Tiene su punto adictivo que, si consigues controlar, se vuelve un hábito positivo.
 
Espero que con esta entrada quede un poco más claro el objeto de esta parte del blog.
Abrazo grande a tod@s.