«Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo«.
Proverbio árabe
Ya sabemos tod@s, y si no lo sabes deberías, que rentabilidades pasadas no implican ni mucho menos rentabilidades futuras. A pesar de que el track record es el concepto que más pesa a la hora de que los ahorradores seleccionen por sí mismos vehículos de inversión, debo repetirte hasta la saciedad que no es un indicativo de la rentabilidad futura, es más, en ocasiones, justamente lo contrario.
Sí que nos podemos basar en horquillas históricas de largo plazo para hacernos una idea de por donde pueden ir los tiros invirtiendo en las distintas clases de activos de las que disponemos, pero para nada nos debe servir si lo que buscamos es saber si ciertas acciones, o ciertos gestores, conseguirán rentabilidades similares a las conseguidas en el pasado.
Te pongo un ejemplo. En España, desde hace unos diez años, observamos dos tipos de inversores en fondos, los que eligen ir detrás del consejo de su asesor bancario, y los que gustan de los fondos value. Esta moda del value investing se disparó en nuestro país cuando gracias al buen rendimiento del estilo value en la crisis de principios de milenio, los gestores que aplicaban este estilo de inversión se ganaron la confianza de los inversores más independientes que buscaban desmarcarse del consejo de su sucursal, y ganar algo más que lo que les venía ofreciendo un mercado de fondos sin ningún valor añadido. Debido a los fenomenales tracks de los fondos value en un ciclo que favoreció su estilo de gestión, crecieron hasta convertirse en el «único estilo posible».
Pero resulta que esto no es siempre así, y el estilo growth, denostado en España como si sólo un loco desviado pudiera ser capaz de invertir en un fondo de sus características, ha batido al value en ciclos de incluso 30 años:
Con esto no quiero decir que haya que olvidarse del value investing si un inversor se siente cómodo con este estilo, sino que no se deben dar por sentados ciertos mitos que rondan la industria financiera. Independientemente del estilo y de las rentabilidades pasadas, un fondo será bueno a priori si se centra en el partícipe, reduce sus costes al máximo y aplica una filosofía de baja rotación de activos.
Y a lo que vamos hoy, que me desvío del tema. Aunque un backtest tiene su utilidad reducida y hay que cogerse con pinzas cualquier conclusión que saquemos de su estudio, no me queda más remedio que hacer uno relativo a la estrategia moderada de cartera 60/40.
En primer lugar te adjunto la gráfica a 15 años que corresponde a haber invertido 10000€ de inicio y olvidarse durante década y media:
Con una rentabilidad anual del 7,6% y un capital multiplicado por tres, la cartera habría colmado nuestro deseo inicial de conseguir un 4% anual más la inflación media, rentabilidad que nos sirve para crecer mientras somos ahorradores, y mantener el valor del portafolio y vivir del 4% de nuestra cartera mientras somos rentistas.
Además, la volatilidad del 6,99% es bajísima, debido a la diversificación de la cartera total, y de la baja beta de la parte de renta variable, repleta de acciones que representan a enormes empresas globales con grandes ventajas competitivas y que cuyos accionistas aguantan con tranquilidad en los ciclos bajistas evitando vender sus joyas en los peores momentos.
Fíjate ahora en los rendimientos anualizados de la cartera. Tan solo el fatídico 2008 de la gran crisis financiera, que le costó al S&P500 una bajada del -37%, fue un año negativo para la cartera, que tuvo un discreto -7,75%, fácilmente recuperado en el siguiente año.
En la siguiente imagen te adjunto la gráfica correspondiente a invertir 10000€ de inicio y aportar 200€ mensuales durante todo el ciclo de 15 años:
Gracias al beneficioso hábito que hubiera sido añadir 200€ mensuales a nuestra estrategia de inversión, la cantidad final acumulada habría pasado de 30000€ a 84600€.
Sé de buena tinta que te gustan este tipo de entradas, y lo entiendo. Leer blogs de finanzas tiene un componente de búsqueda de información, pero como a nadie le amarga un dulce, unos atractivos gráficos siempre vienen bien para endulzar un rato de lectura. Espero haber contribuido en ello.
Por favor, tómate estos datos como lo que son, una representación pasada de una cartera presente que no tiene que implicar absolutamente nada en el futuro.
Como siempre, un abrazo grande.