Los seguidores de la Cartera Permanente están preocupados por su flojo comportamiento en los últimos años. Su plana rentabilidad, incluyendo un 2013 ligeramente negativo mientras las bolsas sumaban y sumaban gracias a la tendencia alcista reinante desde primavera de 2009, ha hecho que reciba varios emails preguntándome por el tema.
Aquí tienes la explicación en una imagen que vale más que mil palabras:
La Cartera Permanente es una gran cartera, conservadora pero excelente para quien quiere preservar su capital con una rentabilidad decente. Sus bonos protegen el patrimonio del inversor en periodos de deflación, pero eso no quita que sean precisamente estos momentos los que peor le vienen, ya que el cómputo global de sus activos tiende a sobreponderar la lucha antiinflacionista.
Si eres poseedor de una Cartera Permanente, no temas. Deberás soportar ver a tus amigos y compañeros fardar de sus resultados con acciones y fondos, mientras esperas a que cambie tu ciclo. Cada activo, cada cartera, cada tipo de inversor tiene sus ciclos mejores y peores, y lo que realmente cuenta es cumplir con tus objetivos, de corto plazo para los más conservadores, y de largo para los más confiantes (esta palabra se me ha pegado de Cristiano Ronaldo… 🙂 ). Si tienes un permanent portfolio es que tu objetivo principal es preservar el capital, así que no te preocupes tanto de la rentabilidad a corto plazo y del ruido de los mercados, y confía en la estrategia de largo plazo manteniéndote fuerte en el camino.